Flores de Bach

Es así como se conoce popularmente a la Terapia floral del Dr. Edward Bach.

Abro este espacio rindiendo homenaje al Dr. Edward Bach. Desde aquí expreso mi más profunda gratitud a toda su investigación, contribución, y legado. Fue un ser humano excepcional, que vivió una vida apasionante. Gracias a su enorme sensibilidad, talento, filantropía y generosidad, las gotitas de sus flores cada día aportan, a miles de personas en todo el planeta, un valioso recurso, un gran apoyo y un más amable discurrir. ¡Gracias Maestro!

Aquí te comparto una breve descripción de este tipo de Terapia.

Es un sistema de remedios florales, cuya principal característica es la armonización de la energía en desarmonía. Está formado por 38 infusiones extraídas de las flores.

Su creador, el Dr. Edward Bach, era un médico galés (1926-1934), con profunda vocación humanista.

La particular filosofía personal y médica del Dr. Edward Bach le llevó a idear y establecer este sistema, que tiene como premisa básica no dañar al paciente en la implementación del tratamiento para su curación, por ejemplo pinchar iba en contra de lo que él buscaba, pues estaba convencido de que debía de haber otras maneras más amables de tratar a las personas.

Su enorme sensibilidad y filantropía le llevó a explorar otras posibilidades, y esto le empujó a abandonar su consulta y acomodo londinense, para mudarse al campo, donde poder investigar. Allí, y aquejado de sus propios problemas de salud, fue descubriendo y experimentando con cientos de flores, en primera persona, en las diferentes dolencias con las que se iba confrontando.

En su práctica clínica pudo observar que los diferentes grupos de personalidad respondían al tratamiento de forma parecida, más en función de cómo eran las personas, que en función de lo que les pasaba.

Tratar la personalidad del paciente y no la enfermedad fue el principio de su nuevo sistema de medicina, es decir ir a la causa, y no al síntoma o efecto.

En un principio intuyó, y con el tiempo comprobó la capacidad que guardaban las flores, para desbloquear el potencial natural de curación que tiene cada organismo. Observó también que cada vez que trataba una emoción en desarmonía algo se ordenaba a nivel físico.

Tras una ardua investigación consiguió un método terapéutico benigno, suave y sin dolor.

Según este incansable investigador, la enfermedad es el resultado de un desequilibrio emocional, dicho desequilibrio se produce en el campo energético del ser vivo y si éste persiste, la enfermedad se produce en el cuerpo físico.

El Dr. Bach, médico e investigador creó todo un sistema terapéutico, que incide en el individuo de forma holística o global. Supone la integración del ser humano con La Naturaleza de la que forma parte, y de la que de algún modo se ha ido olvidando o desconectando. La energía o esencia de cada flor hace un impacto amable y poderoso en la persona a nivel sutil o en su campo energético, ordenando estados emocionales en desarmonía.

“La enfermedad es una suerte de consolidación de una actitud mental y sólo es necesario tratar tal actitud mental y la enfermedad desaparecerá,” Dr. E. Bach.

Esta herramienta es un complemento extraordinario en el proceso terapéutico, pues ayuda a la persona a tomar conciencia de sus procesos internos. Es un recurso que potencia y amplifica los resultados de dicha experiencia.

Es importante señalar que cualquier persona puede tomar flores de Bach, pues no tienen efectos secundarios adversos, ya que sólo moviliza los aspectos en desarmonía.

Como prueba de su eficacia podemos fijarnos por ejemplo, en bebés y niñ@s muy pequeños, en quienes libres de posible sugestión, funciona fenomenal.

Si precisas más información puedes consultar el libro de la Dra. María Luisa Pastorino, “La medicina floral de Edward Bach.” URANO.

Y si tu interés pasa por formarte en este apasionante campo. Mi recomendación es La Asociación Española de Terapia Floral y Crecimiento Personal, cuyo presidente y formador es José Ignacio Urreta (Rudra), gran maestro donde los haya.